Tres razones por las que América Latina y el Caribe deben apostar por la bioeconomía

 

Por:  Juan F. Martínez. Biólogo

Estudiante de maestría en Ciencias-Biotecnología, Universidad Icesi

Joven latinoamericano líder en biotecnología Allbiotech – 2021

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Antes de compartirle las tres razones por las cuales considero que América Latina y el Caribe deben apostar por la bioeconomía, le recuerdo un par de definiciones claves al respecto.

La definición de bioeconomía depende del contexto territorial en el cual se implementa, por lo que existen diferentes interpretaciones del concepto. En el Global Bioeconomy Summit 2018 -el evento político más importante en esta área- se definió la bioeconomía como “la producción, utilización y conservación de los recursos biológicos, incluidos los conocimientos relacionados, la ciencia, la tecnología y la innovación, para proporcionarle información, productos, procesos y servicios a todos los sectores económicos, con el objetivo de avanzar hacia una economía sostenible”1.

En el caso de Colombia, la política de Crecimiento Verde, en el documento CONPES 3934 de 2018, la entiende como la “economía que gestiona eficiente y sosteniblemente la biodiversidad y la biomasa para generar nuevos productos, procesos y servicios de valor agregado que se basen en el conocimiento y la innovación”2.

Ambas definiciones tienen en común la utilización de conocimientos y principios biológicos para la producción sostenible.

¿Por qué, entonces, debemos apostarle a la bioeconomía?

BIODIVERSIDAD Y BIOMASA RESIDUAL

América Latina y el Caribe cuentan con 10 de los países más megadiversos del planeta. Se entiende la diversidad biológica como la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente3. El potencial bio-económico de la biodiversidad se traduce en recursos genéticos para la producción de enzimas con interés industrial; en ingredientes naturales para los sectores de alimentos, cosmético y farmacéutico; y en servicios ecosistémicos como el ecoturismo.

Estos son algunos ejemplos del uso de la biodiversidad:

  • La extracción de colorante azul del fruto del árbol de Jagua (Genipa americana) de las selvas del chocó biogeográfico para el uso en alimentos 4. (El colorante azul de jagua)
  • El uso de levaduras nativas para la producción de cervezas artesanales en la Patagonia Argentina5. (Enlace – artículo sobre este proyecto)
  • Las cadenas de valor asociadas a peces endémicos de la cuenca del Amazonas como el Pirarucú, en Brasil6

Por otra parte, en relación con la biomasa agrícola residual, en Suramérica se generan, al menos, 800 millones de toneladas cada año, con un aumento proyectado del 12% para el 2025. Esta biomasa agroindustrial tiene el potencial para una producción anual de más de 550 millones de toneladas de azúcares fermentables, 670 millones de toneladas de bioaceite o 4.000 TWh de energía térmica7. Un ejemplo de la valoración de la biomasa residual es el autoabastecimiento de energía a partir de la cascara de maní en Ticino, un pueblo de la provincia de Córdoba, en Argentina8.

TALENTO HUMANO

Es difícil concebir la bioeconomía sin Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI). Precisamente, en América Latina y el Caribe se requieren mejorar indicadores de CTI, como el número de investigadores por millón de habitantes, o el porcentaje del producto interno bruto (PIB) destinado para investigación y desarrollo. Sin embargo, esto no puede impedir valorar las capacidades científicas actuales y lo que se puede generar con ellas, si se hacen esfuerzos conjuntos.

La región cuenta con importantes instituciones internacionales de investigación en el sector agrícola. Cabe destacar tres centros del CGIAR, el cual es un consorcio mundial de investigación para un futuro sin hambre. Esta organización cuenta con estos organismos:

  • El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), en México.
  • La Alianza de Bioversity  International y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), con su sede para las Américas en Colombia.
  • Y el Centro Internacional de la Papa (CIP) en Perú.

Dichos centros cuentan con una infraestructura tecnológica de primer nivel, que incluye, entre otros aspectos e instalaciones, laboratorios de genética molecular, mejoramiento genético avanzado, bancos de germoplasma y campos experimentales.

Los centros del CGIAR no son la única referencia científica regional. Al comparar el sur global, algunos países de la región tienen una capacidad científica destacable. Brasil, por ejemplo, cuenta con la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa). Esta institución tiene un presupuesto de 3.7 billones de dólares9 y más de 2.400 investigadores (el 84% tienen título de doctorado)10. Por otra parte, diferentes países disponen de infraestructura y capital humano en centros e institutos de investigación a través de sus consejos o comisiones nacionales de investigación, como los casos de Argentina (CONICET), México (CONICT) y Chile (CONICYT).

VOLUNTAD POLÍTICA

En octubre de 2019, se realizó la Conferencia de Ministros de Agricultura de las Américas en San José de Costa Rica. En la declaración política de la conferencia, los ministros destacaron a la bioeconomía como una vía innovadora para contribuir al desarrollo rural en América Latina y el Caribe11.

Este año, Costa Rica se convirtió en el primer país de la región en oficializar su Estrategia Nacional de Bioeconomía con cinco ejes estratégicos: Bioeconomía para el desarrollo rural, Biodiversidad y desarrollo, Biorrefinerías de biomasa residual, Bioeconomía avanzada, y Bioeconomía urbana y ciudades verdes12.

Por otra parte, Uruguay -por medio del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP)-, ha trabajado en la formulación de la Estrategia de Bioeconomía Sostenible y el plan de acción para su implementación. Organizaciones como el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) han apoyado dicha construcción. En este momento, la propuesta de la estrategia se encuentra en proceso de validación política.

En Colombia, actualmente se encuentra en borrador el documento CONPES: Política para la Reactivación y el Crecimiento Sostenible e Incluyente, que fue publicado hace unas semanas. Este documento contiene cinco acciones para fomentar la bioeconomía.

Primero, se impulsarán proyectos de encadenamiento productivos BIO en las regiones y entre ellas. De igual manera, se vincularán las empresas productoras con enfoque regional, en los sectores de bioenergía, biocosméticos, ingredientes naturales, salud y bioproductos agrícolas, principalmente.

Segundo, se desarrollarán programas de aceleración empresarial y conquista de mercados a través del acompañamiento de entidades especializadas que lleven productos y servicios a partir de la biodiversidad.

Tercero, se creará un portafolio de inversión en nuevos negocios de bioeconomía, articulado con las agencias de atracción de inversión de las regiones.

Cuarto, se realizará un trabajo de fomento de bioinsumos de uso agrícola para identificar necesidades, alinear soluciones tecnológicas y promover la adopción de estos productos.

Por último, en quinto lugar, se dinamizará el empleo rural a partir de la plantación de 180 millones de árboles en una superficie de 301.900 hectáreas 13.

Si bien, la zona tiene potencial para hacer de la bioeconomía su modelo de desarrollo, existen retos para su implementación. Algunos de estos son:

  • Garantizar la sostenibilidad en el uso de la biodiversidad.
  • Involucrar a las comunidades en proyectos de aprovechamiento de la biomasa, en contextos con una alta tasa de informalidad.
  • Construir redes de colaboración regional para compartir recursos e infraestructura tecnológica.
  • Materializar la voluntad política en financiación para programas y proyectos bio-económicos.

En conclusión, América Latina y el Caribe deben aprovechar su riqueza biológica y capacidad de producción de biomasa, desarrollar investigación para generar conocimiento y tecnología que ayuden a mejorar la calidad de vida en los territorios.

En este momento, es prioritario aprovechar la coyuntura mundial para construir estrategias de recuperación económica que pongan a la bioeconomía en el centro. Para terminar, en la tercera semana del noviembre hay una cita imperdible, en el marco del Global Bioeconomy Summit 2020, para discutir estos temas con la academia, el sector empresarial y los tomadores de decisiones. Se trata del workshop virtual organizado por el IICA: Regional bioeconomy as a key driver to build up resilient economies – Lessons learned from Latin America and the Caribbean.

 

Referencias

  1. Consejo Internacional del GBS2018. Comunicado Cumbre Global de Bioeconomía 2018. Global Bioeconomy Summit I, (2018).
  2. Departamento Nacional de Planeación. Política de Crecimiento Verde (Documento CONPES 3934). Dep. Nac. Planeación 114 (2018).
  3. Naciones Unidas. Convenio sobre la diversidad biológica, Naciones Unidas 1992. (1992).
  4. Torres, M. Caracterización de las cadenas de valor de los productos forestales no maderables en el Chocó biogeográfico. WWF-Colombia. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) (2018).
  5. Ipatec – CONICET/UNComahue. Del bosque a la industria: La odisea de una levadura Patagónica DEL BOSQUE A LA INDUSTRIA: LA ODISEA DE UNA LEVADURA PATAGÓNICA. (2018).
  6. MCTI. MCTI prioriza ações para o Desenvolvimento Sustentável de Cadeias Produtivas. (2020). Disponible en: https://www.gov.br/mcti/pt-br/acompanhe-o-mcti/noticias/2020/10/mcti-prioriza-acoes-para-o-desenvolvimento-sustentavel-de-cadeias-produtivas.
  7. Magalhães Jr., A. I. et al. Lignocellulosic biomass from agro-industrial residues in South America: current developments and perspectives. Biofuels, Bioprod. Biorefining 13, 1505–1519 (2019).
  8. Rodríguez, C. Con luz por la cáscara de maní. (2019). Disponible en https://www.pagina12.com.ar/200991-con-luz-por-la-cascara-de-mani.
  9. Grilli, M. Presidente da Embrapa defende parcerias com iniciativa privada e revela 5 apostas para 2020. (2020). Disponible en: https://revistagloborural.globo.com/Noticias/Pesquisa-e-Tecnologia/noticia/2020/02/presidente-da-embrapa-defende-parcerias-com-iniciativa-privada-e-revela-5-apostas-para-2020.html.
  10. Embrapa. Research and Development. (2020). Disponible en: https://www.embrapa.br/en/pesquisa-e-desenvolvimento.
  11. IICA. Conferencia de Ministros de Agricultura de las Américas 2019. (2019). Disponible en: http://jia2019.iica.int/.
  12. MICITT. Estrategia Nacional de Bioecononomía Costa Rica 2020-2030. (2020).
  13. Departamento Nacional de Planeación. Borrador Política para la Reactivación y el Crecimiento Sostenible e Incluyente (Documento CONPES). (2020).